Prof. Mónica de la Fuente
Experiencia
- Doctora en Biología por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), 1986
- Doctora en Medicina por la Universidad Miguel Hernández de Alicante, 1986
- Licenciada en Ciencias Biológicas por la UCM con Premio Extraordinario y Premio Nacional de Licenciatura
- Licenciada en Farmacia por la UCM
- Diplomada en Sanidad por la Escuela Nacional de Sanidad
- Especialista en Bioquímica Clínica por el Ministerio de Educación y Ciencia
- Catedrática de Fisiología en la Facultad de Ciencias Biológicas (1986), primero en la Universidad de Extremadura y desde 1988 de la UCM
Con más de 700 publicaciones científicas, 60 tesis dirigidas y casi 70 proyectos realizados, sus investigaciones sobre el proceso de envejecimiento le han permitido proponer una teoría para explicar el mismo, así como facilitar marcadores que en el campo de la inmunosenescencia, el estrés oxidativo e inflamatorio y la psiconeuroinmunología, permitan conocer la velocidad a la que cada individuo está envejeciendo, esto es, su edad biológica.
Así mismo ha aportado evidencias de cómo varias estrategias de estilo de vida permiten rejuvenecer esa edad biológica.
Incidencia de la Microbiota Intestinal en el envejecimiento
La microbiota intestinal tiene un papel fundamental en el mantenimiento de nuestra salud, pues entre sus funciones está el adecuado desarrollo y funcionamiento de los sistemas homeostáticos, el nervioso, endocrino e inmunitario, los cuales nos permiten adaptarnos a todos los cambios con los que constantemente nos enfrentamos. Y hay que tener presente que la salud se ha definido como la capacidad de adaptación.
En los últimos años se han llevado a cabo una serie de estudios para analizar los cambios que esa microbiota experimenta con el envejecimiento, existiendo una cierta unanimidad en que se da una pérdida de diversidad, así como de aquellos microorganismos que pueden resultar más beneficiosos. No obstante, hay controversias, fundamentalmente debidas a que únicamente se considera la edad cronológica y no la edad biológica (velocidad a la que cada persona envejece) en las investigaciones realizadas.
Muy recientemente se ha dado un paso más en este tema planteándose, y ya hay resultados que lo confirman, que la microbiota intestinal incide en cómo se este envejeciendo. Por ello esta microbiota resulta una diana importante de intervención para conseguir un envejecimiento exitoso y una longevidad saludable.
Estilo de vida, inmunidad y velocidad de envejecimiento
Actualmente ya es totalmente aceptado que el proceso de envejecimiento es heterogéneo, y que cada persona lo lleva a cabo a una velocidad, lo que llevó a asumir que la denominada “Edad Biológica” (EB), indicativa de esa velocidad, era más relevante que la “Edad Cronológica” para saber cómo cada persona está envejeciendo y consecuentemente su esperanza de vida.
En este contexto se iniciaron una serie de investigaciones para poder determinar esa EB, así como encontrar estrategias del estilo de vida que pudieran rejuvenecerla y, consecuentemente, lograr un mejor envejecimiento y longevidad. El sistema inmunitario es fundamental para nuestra existencia, siendo el mejor marcador de salud que podemos tener. Nosotros, por una parte, hemos comprobado que ciertas funciones inmunitarias, recogidas en un modelo denominado el “Immunity Clock”, sirven para determinar la EB de cada persona.
Por otra parte, hemos propuesto una teoría de envejecimiento, la de la “Oxidación-inflamación” en la que indicamos que el sistema inmunitario es un importante modulador de la velocidad a la que cada uno envejece. Tanto en humanos como en paralelo en animales de experimentación, concretamente en ratones, hemos comprobado cómo una serie de estrategias de estilo de vida (dietas enriquecidas en antioxidantes, ingestión de probióticos, actividad física, control del estrés, y ambiente social positivo) propician una mejor inmunidad, disminuyen la oxidación e inflamación, rejuvenecen la EB y, en el caso de los ratones, esto se ve reflejado en una mayor longevidad.