Justo Miguel Alcolea
Experiencia
- Licenciado en Medicina y Cirugía, Universidad de Salamanca.
- Asesor científico de la SEME.
- Editor-Coordinador de la Revista Medicina Estética (SEME).
- Director y profesor en diversos másteres universitarios.
- Director Médico de Clínica Alcolea, Hospital de Llobregat, Barcelona.
- Licenciado en Medicina y Cirugía. Diplomado en Cirugía Estética.
- Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
- Másteres en Medicina Estética, Antienvejecimiento y Cirugía Estética.
- Clínica Renacimiento, Las Palmas de Gran Canaria.
«¿Dura menos que antes el efecto de la toxina botulínica?»
Las quejas sobre la menor duración del efecto de la toxina botulínica (TB) en los pacientes son habituales entre los médicos. Las empresas responsables de la fabricación y distribución de las toxinas autorizadas en nuestro país niegan que haya causa alguna relacionada con el acortamiento de la eficacia de las toxinas.
El objetivo de la presentación es analizar las posibles causas que, según nuestra experiencia, pueden repercutir en la duración del efecto de la TB. Para ello se ha llevado a cabo una extensa revisión de artículos publicados al respecto.
El análisis detallado de la literatura hace posible discernir entre las posibles causas de una menor duración las relacionadas, por una parte, al paciente y su particular respuesta inmunitaria [1-3]. Por otra, las causas no inmunogénicas, destacando: la asociación de las diferentes toxinas comercializadas con las proteínas acompañantes; la gesticulación ligada a la expresión de emociones del paciente; la reconstitución de la TB, y la técnica de inyección del médico [4,5].
Las causas inmunogénicas requieren de bioensayos para diferenciar entre Ac neutralizantes y no neutralizantes; las TB no son intercambiables entre sí y, por último, las TB no autorizadas e inyectadas en centros no médicos pueden contribuir al desarrollo de Ac [6,7].
Las causas no inmunogénicas requieren de un exhaustivo conocimiento de la TB que se inyectará, del estudio detallado del paciente y sus expresiones y de la buena práctica en la reconstitución e inyección de la toxina.
Para obtener buenos resultados hay que tener en cuenta todas las posibles causas que pueden influir negativamente en la duración del efecto, estudiar bien al paciente, aplicar los tratamientos con intervalos seguros y abstenerse de emplear toxinas de dudoso origen.