•  Lda. en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza
•  Doctora summa cum laude con mención europea en Ciencia y Tecnología de la Producción Animal por la Universidad de Zaragoza
• Profesora asociada en el Grado de Genética de la Universidad San Pablo CEU
•  Staff scientist en el Grupo de Epidemiología Genética y Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas
• Miembro de CIBERONC, del Pancreatic Cancer Case-Control Consortium (PanC4) y de la Sociedad Española de Epidemiología

«Epigenética y Salud»

En el año 2050 se espera que la población mayor de 60 años a nivel mundial supere los 2000 millones, cifra más de dos veces superior a la registrada en el año 2017. Sin embargo, el incremento de la longevidad ha ido acompañado de un aumento de las enfermedades crónicas, entre ellas, el cáncer. La incidencia del cáncer crece exponencialmente con la edad y supone una de las mayores barreras para alcanzar la vejez, representando una de las mayores causas de morbilidad y mortalidad. Para controlar el cáncer es necesario adoptar estrategias preventivas. La prevención primaria consiste en reducir la incidencia de la enfermedad, evitando la exposición a los factores causales necesarios o que favorecen su aparición o reforzando medidas de protección. La prevención secundaria tiene como objetivo detectar de forma precoz los tumores y, para ello, debemos identificar a las personas de alto riesgo utilizando información epidemiológica y biomarcadores. La exposición a factores externos causa alteraciones en la metilación del DNA en todo el genoma. En esta charla, discutiré los avances en la investigación del uso de la metilación del ADN como biomarcador para la identificación de individuos en riesgo alto de padecer cáncer de páncreas esporádico y cáncer de vejiga, paradigmas de cánceres de baja y moderada supervivencia.